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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

14 julio 2006

El verano, los turistas

Estamos ya en medio del verano, ardiente verano. ¿Cómo se describe el calor? No me sale. Pegajoso, aturdidor, aplastante; el calor es como una masa viscosa que se te pega al cuerpo, que te rodea y lo recubre todo, que te hace evitar cualquier contacto porque tenés siempre la sensación de que aquello que toques estará todavía más caliente que tu propia piel que arde y se te quedará adherido como si estuviera untado con pegamento. Transpiran los cuerpos y las cosas y hasta el agua del mar se entibia y deja de darte ningún alivio.
Los turistas ya están aquí en aluvión y pareciera que los mallorquines han desaparecido de la escena. Mallorca es mucho menos Mallorca en el verano. Las playas colmadas de voces extrañas, de juegos, de gritos, de toallas de colores, de sombrillas que nada protegen, de cuerpos desnudos y ardidos, de latas y latas de cerveza, de chicos que juegan. Al turismo que viene a esta isla parece importarle muy poco el lugar al que ha venido. Sólo quieren el sol y la playa, y les hubiera dado lo mismo que aquí vivieran rusos, chinos o marcianos. Palma, la vieja y bella Palma, se cierra sobre si misma y se convierte casi en invisible. Sigue allí, tendida ella también al sol, cargada de cúpulas de iglesias, de callejones de piedra, de laberintos de palacios y patios sombreados, pero pocos la miran. La mayor parte de los turistas no ha venido a conocer Mallorca, no. Han venido a tenderse al sol y refrescarse en el Mediterráneo, a beber literalmente hasta que el cuerpo aguante, a sentarse a cenar a las 8 de la tarde y seguir bebiendo, muchas veces encerrados en un hotel que les ofrece todo sin pisar siquiera la vereda, y a dormir después la comilona y la borrachera. Y así un día y otro día hasta cumplir el plazo de las vacaciones. Volverán a sus lugares sin haber hablado nunca con un mallorquín, sin haber sentido nunca la menor curiosidad por saber por qué las calles son tan angostas, quiénes construyeron y habitaron esas casas de aleros de madera, por qué está allí el castillo de Bellver, iluminado en la noche de Palma, cómo seguirá el ritmo de la ciudad y la isla entera cuando ellos se hayan ido.
Una lástima. Si prestaran un poco más de atención, si se detuvieran a prestar un poco más de atención, descubrirían que han llegado a un lugar interesante.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bravo por volver Alicia!
Gracias por regalarnos tus relatos... te extrañàbamos mucho!
Ya estàbamos pensando que te habìas cansado y no... que era el calorrrrrrrrrrrr.
Refréscate un poco y a darnos tus notas coloridas, entretenidas y tan bien escritas.
Un beso.
Virginia

18/7/06 04:38  

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