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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

25 abril 2006

A los abuelos

Por alguna razón que se me escapa pero seguramente es que yo pongo el dedito en el lugar equivocado, medio centímetro más acá o medio centímetro más allá, hoy la cosa esta está encaprichada y no me deja poner fotos. O quizás sea la famosa "maldad intrínseca de las cosas inanimadas" (tuve un amigo, hace ya muchos años, que sostenía seriamente esta teoría: por qué, si no es por pura maldad, la tostada que acabás de untar bien untada con una capa generosa de dulce de leche se te cae encima de la camisa recién puesta infaliblemente del lado del dulce? También la computadora de vez en cuando se nos retoba y hace lo que le da la gana, y si quiere pone fotos y si no a llorar a lo de Braulio (y sabrá Dios quién será el tal Braulio al que todo el mundo va a llorarle, pero dejémoslo)).
Quería ponerles más fotos de Soria, pero se tendrán que conformar con mis palabras, al menos por ahora. Yo tengo más recuerdos de Soria, recuerdos más familiares que los versos de Machado. Mis primos, los que yo he sentido siempre más primos entre mis muchos primos, Carlitos y Susy, tenían abuelos sorianos, don Feliciano y doña Lucila. No la recuerdo a ella, pero sí recuerdo muy bien a don Feliciano con su cabeza blanca, su porte castellano, y la nostalgia eterna de su tierra. Y ahora que lo escribo me doy cuenta de que en los ojos de todos aquellos abuelos nuestros, aquellos españoles que llegaban en aluvión (la Argentina aluvional la llamó ya no me acuerdo qué historiador) a hacernos a nosotros, sus nietos, el país, había siempre una cierta mirada de melancolía, de un dolor allá lejos, perdido en la memoria. Como si atrás de las palabras con las que nos contaban su pasado español hubiera siempre algo más, algo que no terminaban de decir, que no podían decir. Ahora que me ha tocado hacer el camino de vuelta, ay, descubro muchas cosas. Por qué amarguras, por qué nostalgias, por cuántos desamparos y olvidos habrán tenido que pasar para llegar a la lejana Buenos Aires.
Todavía no he podido (o no he querido, o no he sabido, les suena?) ir a ninguno de los pueblos de mis propios abuelos; sigo en deuda con ellos. Pero estuve en Soria, Susy, ya estuve en Soria. Vaya aquí mi homenaje porteño a tu abuelo soriano, y en él a todos nuestros abuelos españoles; no gallegos todos, no. Si desde algún lugar nos están viendo y escuchando vaya para todos ellos mi agradecimiento, y mi pedido de perdón también. Seguramente ni en el peor de sus sueños hubieran calculado que después de tanto sacrificio, de tanto dolor y tanto trabajo, sus nietos, muchos de sus nietos, abandonaríamos la lucha que ellos empezaron.

2 Comments:

Blogger Joaquín Lucio said...

Actualizá che!

3/5/06 17:52  
Blogger noa said...

Creo que no la abandonasteis, al contrario, la continuais, así lo veo yo.

25/5/12 14:02  

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