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Nombre: albertiyele
Ubicación: Palma de Mallorca, Illes Balears, Spain

08 julio 2012

Bahía Blanca y los mensajes en la botella lanzada al mar


En la foto, que debió ser tomada en diciembre del 56, está mi familia bahiense. Mamá y papá tan jóvenes (papá con un gesto que le conozco tan bien: está incómodo, algo hay que no le gusta). Hay dos detalles por los que me gusta esta foto: es la única que encontré en la que aparezco en brazos de mamá (empezando por la izquierda soy la primera bebé en brazos de su madre, que está de pie), y está allí abuela Ida tal como la recuerdo: con un pañuelo negro cubriéndole la cabeza.

Hace ya mucho tiempo dejé un mensaje en un blog que si ahora mismo quisiera volver a ver no encontraría. No tengo ni la menor idea de cómo llegué hasta allí. Creo recordar, aunque no estoy segura, que era algo sobre los orígenes ferroviarios de Ingeniero White, o quizás de Maldonado. En todo caso sí me acuerdo perfectamente de que entonces pensé que era probable que en aquel lugar hubiera tenido su pensión abuela Ida, que era en realidad mi bisabuela, la abuela tan querida de mi padre.

Y supongo, pero sólo supongo, que se mencionaba allí la Farmacia Carabelli, que fue el lugar donde mis abuelos se conocieron (casi un milagro: mi abuela era la hija mayor de una belga que vivió una vida larguísima y yo llegué a conocer, Ida Thomas, y de un francés, Louis Pujó, que murió muy joven, tan joven que el único recuerdo que mi abuela conservaba de su padre era el entierro: hasta el final de su vida recordaba que ella se secaba las lágrimas con el dobladillo de su vestido de niña. Y mi abuelo era un aragonés que acababa de llegar a la Argentina, donde no tenía en principio ningún interés en afincarse; sus planes eran esperar que pasara la "guerra del África" y volver a su tierra, en la que habían quedado sus padres solos (su única hermana, Elisa, había muerto casi niña, durante la epidemia de gripe española) y hasta, por lo que siempre se dijo en voz baja en la familia, una novia, Carmen, que sabrá Dios hasta cuándo lo esperó, como Penélope (la Penélope de Serrat, no la de Homero), y donde mi abuelo trabajó hasta su jubilación.

Pocos recuerdos propios tengo de Bahía Blanca, de donde mis abuelos se fueron a vivir a Buenos Aires cuando yo era todavía chica. Recuerdo vagamente la casa bahiense, el jardín frondoso de esa casa, donde había un estanque, árboles frutales, un gallinero en el que había también conejos, dos teros que corrían entra las plantas y que me daban un poco de miedo. Pero en casa escuché hablar de Bahía siempre; los tíos y muchos de los primos de papá siguieron viviendo siempre allí, algunos amigos de infancia con los que siguió viéndose hasta el final y sobre todo recuerdos, mil recuerdos de esa ciudad en la que había nacido y vivido hasta lo 19 ó 20 años, y que nunca olvidó. Había en esos recuerdos de papá siempre un fondo de amargura; la relación con su padre no había sido fácil, y sobre todo la partida, siempre dicha y no dicha, siempre contada a medias, siempre con la sospecha de que había mucho más que lo que nos contaban, debió de ser particularmente áspera.

Abrir un día este blog y encontrar que una persona a la que no conozco, que leyó un mensaje que yo dejé ya ni me acuerdo cuándo en un lugar que no recuerdo ni cuál es, me deja con la boca abierta. Hasta es probable que yo pueda saber muchas más cosas de esa farmacia en la que mi abuelo pasó media vida de esta forma, y eso 40 años después de la muerte mi abuelo. Esto de internet es lo más parecido a aquel mítico mensaje en la botella que uno pudiera imaginarse. Increíble.

Y a propósito de este mensaje, que me emociona tanto, busco y encuentro esta foto, algunos de los libros de Mallea que leí hace ya tantos años (y encuentro Todo verdor perecerá, La bahía del silencio, Historia de una pasión argentina, La ciudad junto al río inmóvil). Quizás sea hora de volver a Bahía Blanca y a Mallea. Así que en honor a mi padre, a la farmacia Carabelli, a Liliana Herrero que me trajo todos estos recuerdos y a Mallea, un tangazo de esos para sacarle viruta al piso: Bahía Blanca

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

tunicahermana pregunta: de quien hablas????, contame.

11/7/12 14:25  
Blogger albertiyele said...

Andá a la entrada anterior, esa en la que estamos el Bibi y yo niños, y leé los comentarios. Hay uno de una descendiente del dueño de la Farmacia Carabelli. Milagros de internet.

11/7/12 19:59  

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